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Los volúmenes de unidades de vivienda, sólidos, pesados y geométricos contrastan ante la apertura, fluidez y liviandad de las áreas comunes. De tipología sencilla, se logra gran aprovechamiento de los m2 propios relacionándolos con vacíos particulares del edificio. Los espacios comunes dan carácter al edificio adoptándose a diferentes escalas acorde a su uso. Y su fluida calidad ambiental se construye a partir de continuidades de la materialidad del hormigón visto, del revoque texturado y de elementos metálicos. En contraste, vegetación y materiales pétreos aportan naturaleza y rusticidad, desde planta baja al último nivel, enriqueciendo los espacios interiores de cada unidad.
Los volúmenes de unidades de vivienda, sólidos, pesados y geométricos contrastan ante la apertura, fluidez y liviandad de las áreas comunes. De tipología sencilla, se logra gran aprovechamiento de los m2 propios relacionándolos con vacíos particulares del edificio. Los espacios comunes dan carácter al edificio adoptándose a diferentes escalas acorde a su uso. Y su fluida calidad ambiental se construye a partir de continuidades de la materialidad del hormigón visto, del revoque texturado y de elementos metálicos. En contraste, vegetación y materiales pétreos aportan naturaleza y rusticidad, desde planta baja al último nivel, enriqueciendo los espacios interiores de cada unidad.